Había una vez un rey y una reina que vivían en un país muy lejano en donde nació su primera hija y la llamaron Ana Elizabeth Gutiérrez Molina. Al nacer Ana Elizabeth Gutiérrez Molina una bruja se apareció y dijo: “cuando la princesa tenga 16 años se va a morir y va a tener dos almas y va a ser mía”.

Cuando la princesa tuvo 16 años, en la noche del 99, la bruja la mató, pero no se murió porque tenía dos almas, pero no podía durar mucho tiempo viva así que dejó un recado a sus padres diciendo: vayan a rescatarme rápido porque si no voy a morir.

La reina leyó el recado y se preocupó mucho. Nadie del castillo se atrevía a rescatar a la princesa porque la bruja era demasiado poderosa y no podía hacer nada contra las cosas más que a las personas.

Al siguiente día un muchacho llamado Jorge Andrés Gutiérrez Fernández se comprometió a salvar a la princesa de la malvada bruja y la fue a salvar. Cuando llegó, la salvó y se casaron.

Fin