Querida amiga:

Cuán difícil es localizarte. Sé que eres muy cotizada y todo mundo quiere que formes parte de su vida, aunque pocos te comprendan. Sé también que muchos te invitan a su vida sólo para cerrarte las puertas una vez que has llegado. Admiro tu capacidad para recordar los nombres de todos los que te pretenden y desean conquistarte a como dé lugar; mas tu dejas bien claro lo que quieres y no te conformas con lo poco que ellos pueden ofrecerte. Lamento que en varias ocasiones hayas gastado tu tiempo acompañando a personas que te ignoraron a pesar de que estabas a su lado, y aun así en tu cara te gritaban que dónde estabas, que por qué los habías abandonado. Pero amiga, quién te manda vestirte con colores discretos que logran confundirte con tantos otros rostros conocidos. A veces tengo la ligera sensación de que nunca nadie te ha conocido a la perfección y que quienes dicen ser tus amantes y pasar contigo el resto de su vida no son más que habladores que gustan dar de qué hablar. ¿Pero será realmente cierto? ¿Realmente has estado con alguien en todo momento? Porque no pongo en duda que puedas estar con muchas personas a la vez y dejarlos complacidos, ¿pero diario? ¿Acaso no te cansas? ¿O ellos de ti?

Perdona que sea tan franca, pero admito que efectivamente tienes la peculiaridad de ser muy reservada, callada, meticulosa y a la vez un cuanto atrabancada. Muchos creen que podrán conquistarte en un futuro y están seguros de que eres indomable. Piensan invitarte de fiesta en fiesta para que no los vayas a abandonar nunca. Otros creen que tu estilo es más familiar y hogareño. Seguramente tratarán de conquistarte con los recuerdos de la infancia que muchos idolatran y te recriminarán cuando te vean, en aquellas fotografías de antaño, por qué dejaste de hablarles. Pero tú nunca contestas a sus reclamos, eso es lo único que tengo perfectamente claro. Y aun así te siguen buscando, aunque a muchos matas con tu silencio. Al parecer todos te conocieron en algún punto de su vida. Fuiste su compañera de juegos imaginarios. Quizá sea por ello que muchas personas piensan que sólo fuiste un personaje inventado en sus fantasías.

Descuida, yo sé que eres real, aunque tampoco te conozca del todo. Tienes una personalidad muy adaptable a todas las circunstancias y lugares y sí, sé también que en un tiempo fuimos amigas. Pero cuán distintas somos si yo me la paso custodiando un pasado y soñando con el futuro. En cambio, tú no tienes historia y si te preguntan respondes que en este momento la estás construyendo. No te importan las nimiedades pues puedes ver la esencia de las cosas y ordenar lo que realmente tiene importancia trascendental en esta vida. ¿Cómo puedes vivir tranquila en este mundo tan lleno de dificultades? No creo ser la única en el mundo con esa pregunta y lamentablemente aún carece de respuesta. ¿Cambiaste tu dirección? Te he mandado varias cartas que no respondes y otros amigos han hecho exactamente lo mismo. Muchos me preguntan que dónde estás y te juro que hay veces que no sé qué responderles. ¿De qué sirve tenerte como amiga si casi nunca te conectas?

Yo estoy bien. Extrañándote profundamente, pero bien. Hay veces que desearía que estuvieras conmigo para apoyarme, escucharme, hacerme reír. La verdad siempre que estás conmigo me sacas una sonrisa, pero ya ves. Te veo poco y cuando te veo a veces tienes que salir corriendo porque llega tu prima. Ah esa prima tuya, todo un caso. Tiene el mismo don que tú para contagiar los sentimientos, pero lo hace de modo contrario. Cabe decir que tu prima también es bastante famosa por aquí. Hoy la vi, muchos la vimos durante el día y nos estuvo acompañando. Aquí entre nos ya no la aguantamos, queremos que se vaya. ¿No puedes hacer algo? El otro día se robó las llaves de una casa y dejó a todos encerrados dentro. Pasaron horas para que los rescataran. Tuvo que venir tu hermana a conciliar, ésa que siempre está de viajes diplomáticos, pero por casualidad pasaba por aquí. En fin, tu prima cada vez está más deprimida y no se halla en este mundo. Deberías convencerla de que sonría más a menudo.

De cualquier manera, repito, las cosas están bien. Quisiera hablarte de frente y decirte en persona cuánto te extraño y te necesito. Por ahora aplicaré los consejos que me has dado siempre, aún los recuerdo a pesar de los años transcurridos, pero ¡ya regresa de tu viaje, mujer! Muchos aquí nos sentimos olvidados cuando ni siquiera nos mandas noticias de cómo te va. Como sea, seguiremos esperando. No debería decirte, pero como no tengo la plena seguridad de que esta carta efectivamente te llegue, lo hago: estamos preparándote una fiesta de bienvenida. Realmente todos ansiamos reencontrarnos contigo como en los viejos tiempos, en esos momentos de la vida en los que todos éramos amigos y no había problemas suficientemente graves que opacaran nuestra visión de la existencia. Mándanos una respuesta tan ponto recibas esta carta o, si no vas a regresar pronto, manda más consejos para saber qué hacer en tu ausencia. ¿O será que ya regresaste y no te hemos podido ver?

Felicidad, espero que estés cerca.

Atentamente:

La humanidad

P.D. Tu prima Tristeza va a salir esta noche a acompañar a muchos. Ojalá convenzas a tu hermana Paz de intervenir de nuevo.